5.It'll turn me on.

Cerré la puerta del taxi con un golpe suave y me pregunté por enésima vez qué diablos estaba haciendo allí. Ante mí se erguía una imponente casa blanca. No era excesivamente grande, pero llamaba la atención en esta callejuela de South Kensington. Aunque destacaba por su volumen, estaba diseñada de la misma forma que el resto de casas de su alrededor: blanca, rodeada por una valla de barras negras que llegaban a la altura de mis hombros. Había flores en distintas macetas aquí y allá; unos escalones blancos llevaban hasta una puerta negra. Con un suspiro avancé hasta ella, y me pregunté, una vez más, qué hacía aquí. Había quedado con Zayn porque iba a estar solo. ¿Pero por qué le había dicho que si? ¿Qué se suponía que íbamos a hacer nosotros dos solos? Me mordí el labio y me dije a mi misma que ya no valía la pena pensar en todo esto, ya estaba aquí. Toqué el timbre y esperé a verle, pero en su lugar me topé con unos ojos azules que me miraban, divertidos.
-¡Cookie!- me abrazó fuertemente levantándome del suelo.
-Lou... ¿Qué haces aquí? ¿No estabas con Eleanor?
-Sí, bueno... es que ella se a puesto enferma y no me dejó ir a cuidarla, porque según ella me puedo "contagiar"-dijo enfatizando las comillas con las manos.- No se da cuenta de que nada puede conmigo, y menos un resfriado.
-Uy, sí, estoy ante el gran Lou.
-Ves, tú si me entiendes.
Reí y juntos entramos en la casa. Era lujosa y moderna, bien amueblada por no en exceso. Algo en la pared de mi izquierda me llamó la atención. Me acerqué al cuadro que estaba colgado entre dos lámparas. Se trataba de un conjunto de cuadrados de distintos tamaños. No era colorido, sino más bien solo presentaba cinco colores: blanco, negro, azul, rojo y amarillo. La composición era un óleo sobre tela. Sonreí. Me encantaba esa obra, pieza hecha por Piet Mondrian. A muchos le parecía una estupidez y algo sencillo, yo pensaba que todas esas personas eran más estúpidas por no haber pensado antes en hacer algo como lo que hizo Mondrian. Es un cuadro sencillo, pero me gusta el equilibrio que transmite, la forma en la que los colores se complementan. Sé que suena absurdo, pero para mí, cada cuadrado al ser diferente en tamaño y color representa a una persona. Y lo que hace que el cuadro sea hermoso es que todos están juntos y unidos.
-¿Te gusta?- una voz me sacó de mi ensimismamiento.
Me giré. Lou ya no estaba, en su lugar se encontraba Zayn.
-Sí- respondí, y me giré otra vez para mirar el cuadro, no porque quisiera seguir mirándolo, sino porque no podía seguir mirando a Zayn. Cada vez que lo hacía despertaban en mí sentimientos contradictorios.
-Yo no le veo nada de impresionante a este cuadro, pero a Liam le fascina.
-Eso es porque tiene buen gusto.
-¿Quieres decir que yo no tengo buen gusto?- se apoyó en la pared a la que estaba mirando, obligándome a tenerle cara a cara.
Clavó sus ojos pardos en mí.
-Yo no he dicho tal cosa.
Me giré y salí de esa habitación y fui por un pasillo iluminado hasta llegar a un amplio salón, con dos sofás rojos delante de una televisión gigantesca de plasma y varios altavoces a ambos lados de la misma. Lou estaba tumbado ocupando un sofá entero con el ordenador sobre la tripa y pasando rápidamente distintas canciones. 
Nada más entrar me azotó un olor a tabaco. Me fijé en la mesa que estaba al lado del sofá en el que se encontraba Lou, donde había un cenicero de cristal y un cigarrillo desprendiendo un hillilo de humo al aire. Odiaba el tabaco. No me gustaba para nada. Seguro era de Zayn. Decidí no decir nada, no iba a ir yo a su casa a decirle qué podía o no podía hacer en ella. Si quería fumas, adelante, yo no me hacía cargo de su salud.
Me senté en el sofá que estaba libre y Zayn se sentó a mi lado. El ambiente era tenso, nadie hablaba; el único que parecía estar cómodo y divertirse con la situación era Lou. 
En ese momento empezó a sonar en su ordenador una canción que me encantaba.
-White lips, pale face, breathing in snowflakes. Burt lungs, sour taste...-canté en voz baja siguiendo el ritmo de la canción. 
-"The A Team", de Ed Sheeran.- Dijo Louis sonriendo.-Sabía que te gustaría.
-¿Cómo lo sabías?
-En realidad no lo sabía, solo quería sonar un poco místico.

Todos nos reímos.

Empezamos a hablar, los tres juntos, y aunque entre Zayn y yo aún había un poco de tensión ya no me sentía tan incómoda. Es más, me sentía bien a su lado, me gustaba la forma en que se me erizaba la piel cuando estábamos cerca, la forma en que se disparaban todos mis sentidos y los nervios recorrían todo mi cuerpo.

-¿Cuándo es tu cumpleaños?

No lo entendía, Louis hacía preguntas al azar todo el rato, preguntas que no tenían nada que ver con el tema del que hablábamos.

-El 14 de Febrero- respondí.

-¿El día de San Valentín?-preguntó Zayn. La verdad, ya estaba harta de que todo el mundo me preguntara lo mismo. ¿Es que es tan extraño? A mi no me lo parecía...

-¡Eso es la semana que viene!-dijo Louis emocionado- ¡AQUI VA A HABER FIESTA!

Se puso de pie sobre el sofá y empezó a saltar mientras hacía lo que el llamó más tarde "El baile de viva la fiesta" ...en fin...

Seguimos hablando, y después de un rato me entró sed. Seguí las indicaciones de los chicos y llegué hasta la cocina. Abrí la nevera y encontré un estante lleno de Coca-Cola (*-*).

Cogí una y la abrí. Bebí un sorbo y cuando separé la lata de mis labios sentí unos brazos rodeando mi cintura.

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Hola, hola. :) Este no es un capítulo muy entretenido, lo sé, y lo siento. Pero he tenido que cortarlo porque se hacía muy largo. El próximo será más "emocionante" ;) 

¡Espero vuestros comentarios! Besos <3