domingo, 19 de enero de 2014

18.But every time you wake up you’re hearing me say "goodbye".

One Direction, la banda del momento, ¿se ha roto? 
Ese titular estaba mirase donde mirase: en el buzón, en la calle, en las cafeterías, en internet... Y tener la certeza de que en medio de ese artículo se nombraba a Valen no ayudaba a olvidarlo.
En menos de un par de semanas el mundo entero ya era consciente de la ruptura de Niall y mi amiga y de la pelea de éste con la banda.
Mira lo que ha hecho la niñata esa era el típico comentario que podías escuchar si salías a la calle y te cruzabas con alguna adolescente. Y, claramente, mi principal objetivo a día de hoy era evitar que Valen cruzara la puerta de nuestro apartamento, aunque no era muy difícil, pues ella misma se había aprisionado entre su cuarto, el baño y la cocina. 
También estaba el hecho de que no se sabía nada de Niall desde que había cogido aquel avión a Irlanda; no respondía a los mensajes ni a las llamadas de nadie. A los demás se les había pasado el enfado enseguida, y ahora se morían de preocupación por su amigo, sobre todo Harry, que se consideraba el culpable de esta situación aunque el resto intentábamos convencerlo de que eso no era cierto.
Odiaba a Niall por haber lastimado a Valen, pero deseaba que diera señales de vida pronto.


4 MESES DESPUÉS.


Los días pasaban y los capullos florecían. Y no me refiero solo a las flores.
Borré la cuenta de twitter de Valen, pues no dejaban de bombardearla con mensajes insultantes. 

Valentina Riera, ¿verdadero amor? Más bien CICLÓN.
Tiré la revista a la basura antes de que Valen pudiera leer la portada. Tras meses sin que Niall reapareciera por Londres, los proyectos de One Direction se habían venido abajo, y esto era carne fresca para los medios de comunicación, que no habían tardado en ponerle punto y final a la carrera de los chicos.
Y a la vida de Valen.
El timbre sonó y fui a abrir la puerta.
-Hola, preciosa -Zayn me saludó con un beso en los labios.
-Hola.
-¿Qué tal, Valen? -preguntó.
Lo miré con ojos tristes, y él entendió.
-Como siempre -dijo en un suspiro.
Fuimos al salón y en ese momento volvió a sonar el timbre del apartamento.
Zayn me miró.
-¿Esperas a alguien?
-No -respondí extrañada.
Desde que Julia se había ido la única persona que venía sin avisar antes era Zayn, pero él ya estaba aquí...
El timbre volvió a sonar, insistente, con más fuerza.
-¿Es que nadie puede abrir? -Valen fue por el pasillo hasta la puerta. Oímos cómo agarraba el manillar y lo hacía descender; cómo se movían los engranajes, cómo se desplazaba para dejar paso al exterior.
Y luego silencio, un silencio que se prolongó durante varios segundos.
-Tú...
Y por último un golpe, seco y certero.